Apr 6
Fernando Von Neufforge, productor y criador de vacas lecheras de la zona de Tandil, en Argentina, encontró en el mejoramiento genético la respuesta a los desafíos productivos de su propiedad, la Estancia La Liebre.
“El nivel de estatura, tamaño, era un problema que teníamos. Habíamos seleccionado por mucho tiempo dando importancia al fenotipo, y eso había provocado que tuviéramos vacas grandes, que median más de 1,50m y llegaban a pesar 700 kilos”, recuerda.
Actualmente, el rebaño de Fernando cuenta con 300 vacas que producen 25 litros de promedio. La evolución fue posible considerando los índices de los animales.
“Gracias a la herramienta de las evaluaciones genéticas, pudimos corregir eso. Hoy, tenemos vacas más funcionales, medianas, que miden entre 1,42m y 1,45m, y pesan aproximadamente 100 kilos. Eso nos da la certeza de que tendremos vacas más fértiles, que viven más y tienen una mejor vida productiva. Los criterios de selección, hace muchos años, nos permitieron incrementar el rodeo”, destaca.