Feb 22
Utilizando las soluciones de ABS como base para su producción y progreso genético, el cliente de embriones más grande de la compañía en México está contribuyendo al desarrollo de la raza Brangus a nivel nacional
Con la llegada de la genética y su impacto en rebaños de todo tipo, los ganaderos nunca han tenido tantas opciones para diversificar sus metas productivas. A medida que avanzan las tecnologías y el mercado ofrece nuevas soluciones para acelerar la ganancia genética de los animales, las posibilidades para cada rebaño también aumentan.
Cuando se trata de embriones, esta realidad es aún más evidente. Gracias a la posibilidad de controlar el progreso genético con mayor precisión, la fertilización in vitro (FIV) es una tecnología muy atractiva para los productores, que ofrece una mejora genética acelerada y adaptada a las necesidades específicas de cada propiedad.
El productor Alfonso Alvarez ya ha descubierto las ventajas de utilizar embriones de ABS. Al mando de un rebaño de 8,000 cabezas de Brangus rojo y negro en su propiedad, San Ángel de los Altos, México, siempre trabaja con una serie de objetivos en mente, y para cumplir estos objetivos, la genética es una herramienta absolutamente fundamental.
El criador utiliza los embriones de la empresa como base genética para la producción de sus propios embriones, que se comercializan a clientes de todo el país.
“Nuestro enfoque es contribuir al mejoramiento genético de la raza Brangus, además del engorde y el desarrollo de buenos animales. Nuestro mayor deseo es tener el mejor ganado a la venta a nivel nacional, haciendo nuestra parte para el desarrollo de la ganadería mexicana”, apunta Alfonso.
Una misión desafiante para cualquier productor, pero que Alfonso se toma muy en serio y se dedica a lograr. Después de siete años de cría, ya tiene resultados envidiables para compartir, por ejemplo, la campeona mundial de la raza Brangus vino de su rebaño. “La primera en la historia de nuestro país”, se enorgullece el productor.
Las primeras inversiones en embriones de ABS se realizaron en 2016. Desde entonces, la calidad de los resultados ha dejado a Alfonso satisfecho. “Estamos obteniendo muy buenos resultados y cosechando los frutos del trabajo en equipo. Hemos aumentado nuestra producción de embriones y estamos más cerca de lograr los objetivos productivos”.
Considerando que el producto que Alfonso inserta en el mercado está compuesto y definido íntegramente por la genética que está en su base, es importante resaltar la relevancia de la decisión correcta en el sentido de elegir la mejor tecnología – y los mejores toros – para obtener un producto de alta calidad.
Hoy en día, se aspiran más de 20 donantes por mes en la finca, lo que resulta en la producción de más de mil embriones cada año. Este volumen convirtió a San Ángel en el mayor cliente de embriones de ABS en todo México.
“La tecnología de FIV de ABS permite crear animales de buen genotipo, capaces de producir leche o carne y con buena estructura. Animales que se adaptan a cualquier región de México y son aptos para cualquier fin productivo. Ese es el valor de la genética y tecnología”, comenta Alfonso.
Después de cuatro años utilizando soluciones de embriones ABS, el criador se da cuenta de la posibilidad de seguir mejorando su trabajo de selección, contribuyendo cada vez más al mejoramiento de la raza y, en mayor escala, a todo el sector ganadero mexicano.
“Para el futuro, esperamos seguir produciendo embriones, mejorando genéticamente los animales y produciendo ganado eficiente y comprobado. Nuestra misión sigue siendo la misma: asegurar que el cliente que compra nuestra genética pueda contar con los más altos estándares de calidad. ABS juega un papel muy importante en nuestro rebaño”, concluye el productor.